Mateo 27:32-56
Cerca de la hora novena Jesús clamó a gran voz diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?
Más Jesús, habiendo clamado a gran voz, entrego el espíritu. Y he aquí el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y las rocas se partieron.
Reflexionemos:
Bueno amigos… Jesucristo fue el único que entrego su cuerpo, alma y espíritu para que nosotros seamos salvos del pecado; y aun el antes de morir le pedía al padre que nos perdone por que no sabían lo que hacían, fue su gran amor el que lo llevo a dar su vida por nosotros.
Editado por Adolescentes Impactando Vidas (AIV)
0 comentarios:
Publicar un comentario